No sabemos cómo tendrá las piernas pero es increíble la de kilómetros y metros de desnivel que David se ha metido entre pecho y espalda. Por un lado se hace la Transpirenaica y, nada más terminar, con el tiempo justo para reponer fuerzas, se nos va a la Pilgrimrace. Menos mal que tiene una buena máquina con su Mondraker Bikes. ¡Seguro que ya está tramando su próximo destino!