David Amor y el deporte: «Después de practicar varios deportes, escogí el que peor se me daba»

David Amor es actor, cómico y sí, deportista. Y en este artículo escrito de su puño y letra nos cuenta su historia en el balonmano y qué ha significado para él.

Por David Amor

 

Después de practicar varios deportes me quedé con el que peor se me daba (no me preguntes por qué) el balonmano.

Mi primer entrenador fue Pasqui (actual entrenador de Barça).

Mi época inicial poco tiene que reseñar, era el típico maletilla del equipo. En este tiempo compaginé primero con el piragüismo y después con el voleyball. Pero aún así el que más me apasionaba el balonmano, a pesar de ser para el que tenía menos cualidades.

Hasta que con 16 años di un estirón y en juveniles de segundo año me llamaron para participar con la selección gallega en el campeonato de España. De nuevo iba de comparsa, pero coincidió que lo poco que jugué convenció a Juan de Dios Román y a Manolo Laguna que estaban allí en la grada. Y comenzó mi idilio con la selección española. Tres años consecutivos siendo convocado coincidiendo con una gran generación de balonmanistas como Raúl Entrerríos, Iker Romero, Roberto García Parrondo, Chema Martínez, Santi Urdiales, Carlos Prieto….. Consiguiendo varios torneos y el subcampeonato de las olimpiadas juveniles en Rusia, y de Europa en Portugal.

Pero en el club no rendía como esperaban de mi. Decido dar un salto y ficho en el Universidad de Granada de división de honor B. Pero no sale bien, me lesiono el hombro y regreso a casa antes de que finalice la temporada. Retomo segundo de Inef y empiezo a acudir a castings para trabajos del canal autonòmico en Galicia. Juego un año más en primera nacional pero ya no estoy motivado. Estaba desencantado del balonmano y había empezado a trabajar en la TVG. En el 2003 un grupo de amigos deciden que todos los que habíamos jugado de pequeños debíamos juntarnos. Y vamos a segunda nacional siendo el equipo de veteranos más joven de la historia. Nuestro lema: «La magia no se entrena». Aún así nos clasificamos para la fase de ascenso y subimos derrotando entre otros al filial de un histórico como el Portland San Antonio.

Me vuelvo a divertir jugando al balonmano y decido retomar en serio los entrenamientos. Me afianzo en primera nacional al tiempo que mi carrera televisiva se va consolidando. En el 2005 se cruza mi pasión por el motor y consigo correr alguna prueba del campeonato de España de quads y de campeonatos regionales. Y en 2007, cuando estaba en el mejor momento televisivo presentando un programa propio me llega la oferta del Teucro, equipo de mi ciudad, para jugar en división de honor B. Tenía ya 27 años, y era la última oportunidad de saber si podía estar en la élite. Dejo la tv y decido fichar. El año que se suponía que era de transición para el equipo sale mejor de lo esperado, se forma un gran grupo entre los que estaban un joven Gedeón Guardiola o Victor Vigo y ascendemos a Asobal. Mi rendimiento convence al cuerpo técnico y me ofrecen renovar. Por supuesto acepto, la oportunidad de jugar en los míticos pabellones de España había llegado.

El año es bueno y a punto estamos de clasificarnos para Europa. Después de esa temporada me doy cuenta que mi carrera en la élite se había acabado y regreso a primera nacional compaginando el mundo del espectáculo y el deporte.

Hasta que un día veo un reportaje sobre una prueba que se llama «Los 10000 del Soplao» de btt, y me emociona tanto que siento que quiero formar parte de eso. Ya me había pasado algo parecido con el Dakar pero nunca fui capaz de sacar el proyecto adelante (algún día). Pero en este caso cambia algo, Pedro Nimo (actual campeón de España de Maratón) , el tiene una tienda y dice que me va a apoyar. Y así, sin haber cogido una bici en 18 años, me pongo a preparar en 5 meses para afrontar los 163 km del llamado infierno cántabro. Alternando con la grabación de Gym Tony y mi compromiso con el balonmano (Sar de Redondela de primera nacional, equipo en el que milito actualmente).

De repente me veo totalmente inmerso en el btt, disfruto del deporte como hacía mucho y voy acudiendo a distintas pruebas. Hasta que llega el Soplao. Algo indescriptible. Dos veces me emocioné. La primera cuando fui consciente de que la iba a acabar y la segunda al cruzar la meta. Doce horas y media para acabar unos de mis mayores retos deportivos..

Después de esto hubo que repetir y por supuesto hubo más, Monegros, 4 Picos Pontevedra, y algo de carretera como el Gran fondo de Ézaro y una etapa con Chema Martínez en apoyo de la lucha contra la enfermedad del chagas. Y también empezando a coquetear con la especialidad del enduro (la adrenalina de tirarse por el monte abajo J  )

Y en balonmano será mi último año, la retirada en este 2017-2018 con el Octavio de Vigo y por fin jugar con un entrenador que siempre me había apetecido, Modesto.

David Amor y el deporte: «Después de practicar varios deportes, escogí el que peor se me daba»

13/05/20

David Amor es actor, cómico y sí, deportista. Y en este artículo escrito de su puño y letra nos cuenta su historia en el balonmano y qué ha significado para él.

Por David Amor

 

Después de practicar varios deportes me quedé con el que peor se me daba (no me preguntes por qué) el balonmano.

Mi primer entrenador fue Pasqui (actual entrenador de Barça).

Mi época inicial poco tiene que reseñar, era el típico maletilla del equipo. En este tiempo compaginé primero con el piragüismo y después con el voleyball. Pero aún así el que más me apasionaba el balonmano, a pesar de ser para el que tenía menos cualidades.

Hasta que con 16 años di un estirón y en juveniles de segundo año me llamaron para participar con la selección gallega en el campeonato de España. De nuevo iba de comparsa, pero coincidió que lo poco que jugué convenció a Juan de Dios Román y a Manolo Laguna que estaban allí en la grada. Y comenzó mi idilio con la selección española. Tres años consecutivos siendo convocado coincidiendo con una gran generación de balonmanistas como Raúl Entrerríos, Iker Romero, Roberto García Parrondo, Chema Martínez, Santi Urdiales, Carlos Prieto….. Consiguiendo varios torneos y el subcampeonato de las olimpiadas juveniles en Rusia, y de Europa en Portugal.

Pero en el club no rendía como esperaban de mi. Decido dar un salto y ficho en el Universidad de Granada de división de honor B. Pero no sale bien, me lesiono el hombro y regreso a casa antes de que finalice la temporada. Retomo segundo de Inef y empiezo a acudir a castings para trabajos del canal autonòmico en Galicia. Juego un año más en primera nacional pero ya no estoy motivado. Estaba desencantado del balonmano y había empezado a trabajar en la TVG. En el 2003 un grupo de amigos deciden que todos los que habíamos jugado de pequeños debíamos juntarnos. Y vamos a segunda nacional siendo el equipo de veteranos más joven de la historia. Nuestro lema: «La magia no se entrena». Aún así nos clasificamos para la fase de ascenso y subimos derrotando entre otros al filial de un histórico como el Portland San Antonio.

Me vuelvo a divertir jugando al balonmano y decido retomar en serio los entrenamientos. Me afianzo en primera nacional al tiempo que mi carrera televisiva se va consolidando. En el 2005 se cruza mi pasión por el motor y consigo correr alguna prueba del campeonato de España de quads y de campeonatos regionales. Y en 2007, cuando estaba en el mejor momento televisivo presentando un programa propio me llega la oferta del Teucro, equipo de mi ciudad, para jugar en división de honor B. Tenía ya 27 años, y era la última oportunidad de saber si podía estar en la élite. Dejo la tv y decido fichar. El año que se suponía que era de transición para el equipo sale mejor de lo esperado, se forma un gran grupo entre los que estaban un joven Gedeón Guardiola o Victor Vigo y ascendemos a Asobal. Mi rendimiento convence al cuerpo técnico y me ofrecen renovar. Por supuesto acepto, la oportunidad de jugar en los míticos pabellones de España había llegado.

El año es bueno y a punto estamos de clasificarnos para Europa. Después de esa temporada me doy cuenta que mi carrera en la élite se había acabado y regreso a primera nacional compaginando el mundo del espectáculo y el deporte.

Hasta que un día veo un reportaje sobre una prueba que se llama «Los 10000 del Soplao» de btt, y me emociona tanto que siento que quiero formar parte de eso. Ya me había pasado algo parecido con el Dakar pero nunca fui capaz de sacar el proyecto adelante (algún día). Pero en este caso cambia algo, Pedro Nimo (actual campeón de España de Maratón) , el tiene una tienda y dice que me va a apoyar. Y así, sin haber cogido una bici en 18 años, me pongo a preparar en 5 meses para afrontar los 163 km del llamado infierno cántabro. Alternando con la grabación de Gym Tony y mi compromiso con el balonmano (Sar de Redondela de primera nacional, equipo en el que milito actualmente).

De repente me veo totalmente inmerso en el btt, disfruto del deporte como hacía mucho y voy acudiendo a distintas pruebas. Hasta que llega el Soplao. Algo indescriptible. Dos veces me emocioné. La primera cuando fui consciente de que la iba a acabar y la segunda al cruzar la meta. Doce horas y media para acabar unos de mis mayores retos deportivos..

Después de esto hubo que repetir y por supuesto hubo más, Monegros, 4 Picos Pontevedra, y algo de carretera como el Gran fondo de Ézaro y una etapa con Chema Martínez en apoyo de la lucha contra la enfermedad del chagas. Y también empezando a coquetear con la especialidad del enduro (la adrenalina de tirarse por el monte abajo J  )

Y en balonmano será mi último año, la retirada en este 2017-2018 con el Octavio de Vigo y por fin jugar con un entrenador que siempre me había apetecido, Modesto.